viernes, 23 de enero de 2015

Humor libre


Yo me río,
Tú te ríes, 
Ellos se ríen,
Nosotros nos reímos, 
Vosotros os reís. 

 Ellos nos matan


Hace unos días nos vimos sorprendidos por el atentado a la revista satírica Charlie Hebdo justificado por su agresión al Islam al hacerlo centro de chistes. Nada puede testimoniar mejor nuestra postura que el editorial que dedicamos al número de Humor y Literatura. El atentado y las reacciones a él demuestran que nuestra visión estaba en la línea de la realidad. 

Al margen se sintonizar con el tipo de humor que hacían, de la irreverencia contra creencias profundas e íntimas, el derecho a la crítica mediante la risa y la parodia, es una de las libertades más profundas que como individuos racionales no pueden arrebatarnos. 

Queremos recuperar esta introducción como homenaje a los fallecidos y como bandera del derecho a la libertad de expresión.

Es el humor el arma de la inteligencia para enfrentarse a la realidad. La risa es una liberación de felicidad o de placer, un grito de libertad. 

Como género literario ha sido siempre considerado, junto con el terror, un tema menor en literatura, tal vez porque ambos se dirigen directos al instinto del lector más que a su razón. 
Es la sátira la versión que tiene una mayor representación literaria: sátira del poder, de la sociedad anquilosada, de los prejuicios y fanatismos, del miedo, del amor superficial. Cualquier realidad es apropiada para convertirla en un retrato cínico y liberador que nos hace sentir, al contemplarla, más listos y más libres que las victimas (o los verdugos) a las que se ridiculiza. 
Tenemos en ese distanciamiento del hecho risible por parte del individuo, la clave que convierte el humor y la risa en algo tan temible y atractivo. La libertad y la felicidad dan siempre miedo al poderoso, porque hace más difícil controlar las ideas.  
Desde las comedias griegas y latinas, desde el fino humor negro al más chabacano, el lector se distancia del objeto de mofa, y se desprende emocionalmente de indignaciones y tragedias, que de otro modo le provocarían angustia y tristeza.  
Hay en el humor hecho literatura un amplio abanico de posibilidades, intenciones tan diversas como en cualquier otro género, pero con el matiz de que la risa les dota de un significado más maduro: didáctico, grotesco, cínico o subversivo. Se introduce en cualquier otro tema y adopta formas impactantes, la sorpresa, la ruptura de la línea esperada. Es este uno de los rasgos más significativos de la búsqueda de la sonrisa.  
Todo puede ser objeto del chiste, desde la situación más trágica, vista desde el punto de vista adecuado, a la reflexión filosófica, y con la dosis adecuada se podrá transformar en el chiste burdo o en fina ironía. 
 Contra el humor, más humor. Es hora de reír.
Revista ¡¡Ábrete Libro!!

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